sábado, enero 25, 2003

Orden del día:

Camiseta patriota en torso
Cibo Mato en las orejas
Cosas que han de venir en la espalda
Mucho miedo sobre la piel.
Sigo de pie. Aún después de no dormir, de no comer. Aquí estoy. Y volveré sobre estas letras para caer en cuenta de que nunca estuve realmente aqui. Tal vez un poco. Como bichito que se niega a subir a una mano. Choca, rodea, choca, rodea, choca, rodea....cede. Voy apenas en el primer choca. Creo. No se. Pero sigo de pie.
Desde acá arriba lo único que se ven son líneas, surcos, trazos. No puedo leer, no puedo dormir y como por default el vértigo se anula. Veo. Sin pensar. Me digo que tal vez las aves son tan aficionadas a encontrarle forma a la tierra tanto como a mi me gusta inventarle cuentos a las nubes. Pretzels, sprite, pretzels, sprite. Tomaría cerveza pero temo marearme de nuevo. Sábana de nubes que cubre la sierra. Escala. Segundo despegue. Horizonte rojo rojo rojo. Sigo viendo agua curva, tierra línea, ciudad cuadrado, carretera triángulo. Allá abajo hay gente, supongo. Y aquí arriba estoy yo. Treintaysiete pasajeros en un vuelo de aereocalifornia con destino final a la ciudad de méxico. Entre ellos, una niña que no tiene ni la más mínima idea de lo que está haciendo (es especialista en hacerse pendeja en situaciones complejas). Se asoma, ve, une puntos que llegan a nada, cree que todo es una geometría, una geometría con sentimientos. Ella es solo un punto.

Hora de llegada 8 25 pe eme, hora local.

miércoles, enero 22, 2003

Etapa tres. Definitivamente. A punto de dar las dos de la mañana y yo todavía voy para largo. Creo que no necesitaré sedantes para dormirme en el avión. Ahora si, desde este momento me declaro de viaje y espero que me vaya taaaaan bien, que no tenga oportunidad de postear sino hasta que regrese. Aquí comprobaré mi verdadera adicción al blog. Abrazos de despedida a todos los bloguitas...see you soon.


lunes, enero 20, 2003

Hacia atrás,
despacio,
recuerdo...
adelante,
ansiosa,
me muerdo el labio
de nervios.
Cabeza contra el armario, disfruto de una buena taza de mate, velas, incienso y jazzito rico.
Ora si, mañana la etapa tres.

Tengo antojo de tacos de adobada. ¿Quién me invita?
Para construir no hay mucho. Solo una idea. Y un boleto de avión.

(más que suficiente)

domingo, enero 19, 2003

Etapa dos. En donde sandra entra en estado de negación total. ¿Cuál viaje? Nel, nomás en mi cabeza. Hay tiempo. Hay flojera. Hay un chingo de nervios. Hay una lista de pendientes olvidada debajo de algún lugar.

Etapa dos y un cuarto. En donde sandra s a b e que el viaje ya es. Lo presiente. Lo trae. La idea que se dio al leer un número de una revista dedicada al df, está a punto de concretarse. Y la piel se le pone chinita al cerrar los ojos y visualizar todo lo que podrá ser.

Etapa tres. En donde sandra está enterrada y sin aliento bajo todo lo que no ha hecho y tiene que hacer en un par de horas, antes de irse. Pero esa etapa todavía no llega. Again, todavía hay tiempo.
Y la verdad traigo la mente en blanco. En total estado de espera a lo que ha de venir. Se siente bien rico.
Las ausencias martirizan. Las esperas matan.
La neta, la patyboo rifa. Sus poemas rifan. ya pa qué digo más.

Viajar ligera
los brazos al aire
puente lugar perfecto
cualquier espacio
mismos ojos
diversos
uno


Paty Blake
Mi noche transcurre entre unos beats muy ricos, la pancita llena y un estado de relax total.

chale, y me tengo que levantar a las siete de la mañana.

viernes, enero 17, 2003

Se esperaba una transmisión de posts vía satélite. Se cayó el sistema. Please stand-by.
Dos niños juegan en recreos improvisados. Patio, salón, banqueta, casita, da lo mismo. Las tramas los absorben con todo y uniforme. Comparten el lonche y lo dejan a la mitad sobre una banquita verde junto a sus bolsas de monitos. Corren. En medio de todos, ellos son los únicos. Dos es un número perfecto para jugar a la trais, sin quimis. Y luego ya no importa quién la trae. Se sientan así nomás. Platican. Viajan. Mi papá, el tuyo, Mi amá, la tuya. Tu hermana, yo no tengo. Quieres de mi paleta, dame de tus papitas. Las barbis los legos la maestra gorda las crayolas y el columpio que se acaba de desocupar. Tonto el último. Y se turnan para volar. Se aburren. Uno se acuerda quién la traía y se reanuda la carrera. Se escabullen chapeteados y greñudos entre grandulones de sexto, pelotas de basquetbol y frutsis a medio tomar. Ambos pierden, gana la sed y se van brincoteando al bebedero. Sorbo y sorbo, risa y risa y en el breve espacio creado entre el agua que deja de caer y la trompa del niño que vuelve a ser boca la niña agarra y le dice, ya no quiero ser tu amiga. Y se va.

jueves, enero 16, 2003

Esto de hablar en términos reales de lo que pasará próximamente me resulta extrañísimo. ¿Podría ser de otra manera en esta situación?
Su repentina adicción al alcohol
llego así,
como para suplir una ausencia
sobre todo por las noches
que llegan así,
de tajo.
Porque en los días
que llegan así,
débiles,
no hay más que quedarse en medio
y ella
mejor decide
tirarse como chiquilla berrinchuda
de boca al suelo
y esperar
(como siempre)
Ya tengo planeadas al menos cinco maneras de morder tus labios.
A la primera oportunidad el plan se irá al caño
y quedaré a tu merced.
Puntos medio rescatables:

1) El nopal.
2) La ballena.
3) Algún punto entre el nopal y la ballena donde mi talón de aquiles quedó al descubierto.


y por tres segundos estuve en el pupitre de la prepa
Respiro vino y te tengo aqui encima.
Me recargo sobre madera y en una transición involuntaria me voy a una almohada en un hotel sin tiempo.
y estás ahí desnudo adentro de mi.
No tengo nervios
ni miedo.
Pasará.
O no.
Tengo un amante. Los peros sobran; aún así lo único que hago es meterlos en un cajón y procedo a hacerle el amor. No necesito su cuerpo, un par de letras y algo de su voz son suficientes. Ni siquiera el sexo, solo un trozo de papel higiénico y una escalera en una esquina me satisfacen. Lo traigo en el bolsillo izquierdo de mi pantalón y en una cajita negra donde guardo su aroma de sesenta días hace. Tengo un amante.

miércoles, enero 15, 2003

Tal vez mi miedo a los aviones tenga que ver con el hecho de que mis avioncitos de papel de la primaria tenían una vida de menos tres segundos. Una vez lanzados al aire se precipitaban como kamikazes en picada vertical hacia al suelo, a escasos treinta centímetros de su punto de partida.
Diez días antes de irme de viaje, y como buena floja que soy estoy dejando todo al último. La lista de pendientes iniciada hace tres semanas va en aumento, igual que mis nervios. Le tengo pavor a los aviones (pendiente número uno, conseguir valium o algo por el estilo) y anoche tuve la primera pesadilla de la serie interminable que ha de venir hasta que llegue el momento de abordar el avión real. En sí es la única presión que siento, lo demás se me resbala como teflón. La maleta, por ejemplo, se armará casi por si sola a último minuto. Primero digo que todavía hay tiempo para hacerla. Luego me salen otras cosas que hacer y la pospongo. Un día antes como que empiezo a pensar qué habré de llevarme y me voy dando cuenta que lo que quiero llevarme es demasiado comparado a lo que debo llevarme. Entonces me desespero y me da flojera y me voy a ver la tele o a leer. Resulta entonces que el día del viaje (que ahorita ni siquiera se a qué hora sale el vuelo) me tengo que levantar extra temprano para escoger ropa, accesorios, etc etc etc. Ahí empieza el verdadero desastre. Es más, ya ni quiero hablar de eso porque si para hacer una maleta para un viaje de tres días volteo completamente mi cuarto no quiero empezar a imaginarme el desgarriate que voy a armar en esta ocasión. Todavía hay tiempo.

martes, enero 14, 2003

Ombligos como kioscos. Escondidos, circulares, con suficientes pliegues para esconder los encuentros secretos que los brazos, como avenidas, siempre ponen en evidencia.
...me disuelvo como terrón en tu boca y mis dedos se entumecen otra vez, no lo pueden creer...

(escribir en otro tiempo sería lo más apropiado, quizá, pero practicar la visualización efectiva es uno de mis propósitos de enero nuevo)

lunes, enero 13, 2003

Estás en stand-by. Esperando a que te piquen un botón para echar a andar los programas que quedaron corriendo h i b e r n a n d o queriendo. Estás en question-mark. Preguntándote si tienes el hardware adecuado, el software más reciente, si todo se ejecutará de manera adecuada. Estás en el listos que está después del en sus marcas y antes del fuera. Estás a punto de, a punto de, a punto de...
Ojos verdes le regaló a la niña una gran bolsa de mate. La niña se puso feliz y le regaló un gran abrazo a Ojos verdes. Después se sentaron a platicar y los dos se pusieron tristes y lloraron. Luego fueron por kleenex y se secaron las lágrimas y los mocos y se sonrieron. Ojos verdes y la niña se van al cine y al museo. Son amigos.
Picture this,

sandra a la una de la madrugada con el cabello enmarañado en pijamas desde ayer con una corbata super ridicula alrededor del cuello sin calcetines sentada en el suelo viendo en el monitor como aparecen letritas con tres ventanas del messenger abiertas y una gran taza a un lado, diciendo,

note to self...no más cafeína por las noches. (esto, claro, se lo ha repetido infinidad de veces, y no hay una razón en particular para hacerse caso hoy)

ventanillas indiscretas...

me preguntan:
que no tiene vida srta?
contesto:
los domingos no...

domingo, enero 12, 2003

Ahora mi cabeza sabe lo que siente una bolsa de mandado en su recorrido mercado-taxi-centro-camión-infinidad de golpes propiciados por infinidad de zapatos-bajada en la esquina-casa. La traigo toda mallugada. De plano, o me emborracho bien o nada.
No es tanto que se pueda tener indignado al otro, sino que una tenga la coqueta desfachatez de ya no desearlo y siempre, siempre, poder alegar que fue porque ese otro en ningún momento se acercó.


Ahhh...pero eso si, la música y el baile estuvieron bieeeen suaves.

sábado, enero 11, 2003

hoy se antoja

estar acostada sobre agua y dejarse llevar.



Los acontecimientos teorizados me dan hueva.
Da miedo irse a dormir ahorita, que las sábanas están más frias de lo que me imagino y se me va a enchinar la piel, tardaré horas en calentar el colchón antes de conciliar el sueño. Pero son más las ganas de no estar un buen rato.
Gone fishing.

atte. el post itinerante.

viernes, enero 10, 2003

Decir que llegó inesperadamente está demás. Pero de repente se olvida. Y luego resalta de nuevo que entre comas y números hace muchas líneas se hizo presente, entre terceras personas y fotografías mal impresas. Así nadamás, empezó un enunciado y se fue deslizando entre otros. Y desde entonces se lleva como secreto evidente, que unas veces se saca al aire y otras se guarda entre la falda. Decir que es una manera de trazar respuestas que no se contestan está demás. Pero de repente se regresa y ahí está, todo. Y luego resulta que las letras se escriben solas sin saber quién las trae ni qué esconden. Así nadamás.
chhht...traigo la rolita esa de lucerito que hablaba sobre el viernes...¿de dónde me vino y cómo la saco de mi cabeza?
Orden del día:

Una bufanda que no calienta
ganas de bailar
ganas de abrazar
y un libro dejado a medias.


La mandarina hay que comerla despacito. Encajar la uña es morder un labio, con fuerza y deseo. La piel debe ser retirada con anticipo, absorbiendo la fragancia con respiración agitada, la boca haciéndose agua, es querer arrancar la ropa y aguantarse lo más posible. Una vez desnuda, nunca hay que morderla completa, sería como ir directo a la penetración. Los gajos se separan, a la mitad, un tercio, de uno por uno, el placer debe ser dosificado. De preferencia se humedece cada trozo, con los ojos cerrados, usando el interior de los labios, la lengua y los dientes, pero sin romper la piel. La mordida llega por si sola, sin aviso...aquí el tempo se decide al gusto, saborear el jugo primero o masticar el interior, tal vez ambos al mismo tiempo, pero siempre acariciando en la mano el siguiente gajo, planeando al tacto la manera de chuparlo y deshacerlo. La mandarina, recalco, hay que comerla despacito. Dejar que la nariz se hastíe y recorran cosquillitas el cuerpo entero. Si se logra el clímax seguro se antojará escuchar un sonido en especial. El último gajo es el más importante, es el momento inmediato después del orgasmo. La barriga ya se siente un poco llena pero siempre hay espacio para uno más. Se come repitiendo el ritual, pero el truco está en chuparse cada dedo después de haber tragado la última gota de jugo. Después hay que sentarse (si es que se estaba de pie), estirar las piernas y cruzar las manos sobre la pansa, sonreir y exhalar. Nada de servilletas por favor.

jueves, enero 09, 2003

Se aceptan
anticipos de palabras,
y convenios
a pagar en varios plazos;
pero hoy,
dejáme aquí tu piel.
Hablar de dolores de parto y placentas. Del susto, tomar demasiado café. Anotar cada día una razón más para n u n c a tener hijos. Creo que hoy habrá pesadillas.
luces en rojo/aviones veloces arriba/sueños perdidos

Mors ex tenebris

Mi último cachivache adquirido. Una disco ball pequeñita, que ahora cuelga naquísimamente en el retrovisor de fallapart. Que suave, por veinte pesos, ahora tengo un lugar donde soy la dancing queen.
Las mejillas llevan una vida independiente. Pero sólo el tiempo enseña que si uno pega su mejilla a otra, se puede estar sin hablar, respirar, abrir los ojos o escuchar algo

Alejandro Páez
A stroke, maybe
or two
in red
could tell
my tale.
Ayer me encontré cincuenta pesos tirados en la calle. Me quejé de que no fueran cien.
Mis ideas están en mute. Agazapadas creo, esperando a darme el trancazo exactamente cuando no tenga el teclado en la piernas. Son más astutas que yo.
Las ardillas son cada vez más cínicas en la uabc. Ya me ha tocado varias veces pasar a medio metro de un grupo de tres y las canijas ya ni siquiera se inmutan. Pero ahora fue el colmo. Cruzando por el pasto del edificio 19 salió repentinamente uno de esos aniimalitos (casi ratas en realidad) y corrió hacia mí. Literalmente. Chocó con mi zapato, me volteó a ver todavía la muy descarada y se coló por mis pies para esconderse en otro hoyo. Tss. Estoy segura que uno de estos días la universidad se va a hundir debido a la cantidad de ardillas y túneles clandestinos que tiene debajo.

miércoles, enero 08, 2003

Hace años que no veía una telenovela en el canal de las estrellas. Me acabo de acordar por qué, como cuando me acuerdo porqué no me gusta fumar...exactamente cuando me mareo y me dan ganas de vomitar.
Mi memoria falla tanto como mi carro (que desde hace dos días va estar listo en veinte minutos...)
Tendré que regresarme a mi casa por mi formato de liberación de servicio social profesiona. fiu.
I'll be back
¿de qué tinta embarraré mis dedos ahora?
una de tres,
tengo hambre...mejor al rato decido.
thump thump thump
my impatience goes...
Anoche terminé dos pequeños ciclos, creo que fue porque no tenía nada más que hacer.

Terminé mi bufanda de tonos verdes. Quedó más larga de lo que esperaba, se me iba la mente tan lejos tan lejos que no me fijé que el estambre soldado ya me alcanzaba los tobillos (estando sentada). Se hizo el nudo al final y sentí un piquetito por dentro...claro, tantas imágenes invertidas mientras movía las manos. La colgué en mi cuello y miré al espejo. Sentí un peso enorme y me la quité enseguida. Nunca pensé que las palabras habladas hacia adentro podían encarnarse así.

Me acosté a las nueve pe eme. Apagué el teléfono y me puse un libro sobre el estómago. Solo me faltaban treinta páginas, no quería terminar pero sabía, sentía que ya era el momento. Se fue la luz, y por un instante supe que era Elphaba que no quería morir, pero otra cosa se movió entre nuestros dos espacios y regresó la electricidad. Cuestión de minutos inapacibles para que llegara la página cuatroscientos seis, acompañada de ese suspiro mezclado con lágrimas que se atora en la garganta. Not yet.

¿Será posible sentir un lazo más fuerte con alguien porque haya prestado un libro? A la bruú se le quiere mucho más hoy. Me dio un cachito más para mi rompecabezas.


nada se responde, siempre.

martes, enero 07, 2003

Ahora ya no tengo internet en mi casa. Dos maquinas en mi casa y ninguna de las dos responde....demonios!!! no hay por ahi un computer whiz que me quiera ayudar? Bueno...supongo que estara bien por un ratito no conectarme a horas y deshoras, sobre todo ahora que no tengo mucho que decir.

manana habra viaje forzado a la uni pa checar el correo...esta adiccion que no me deja (o mas bien yo no quiero dejarla)

--mis horrores ortograficos son cortesia de esta mac a la que no le entiendo mucho y no se como poner acentos.

this will be movie night i guess....
Ahhh...y los reyes magos sí llegaron; me dejaron en una silla una grabadora de voz, un paquete de cuarentayocho pilas (equivalentes a muchas muchas fotos y rolas) y un chocolate que en estos momentos estoy a punto de saborearme. Me dio un poquito de melancolía, porque hay algo entre mi pancita y el resto de mi casa que me dice que el año que entra ya no estaré aquí. ¿Aceptarán los reyes cambios de domicilio?
En lunes, hay que buscar un buen pretexto para agarrar una pseudoborrachera. Ejemplo (---sonidos de aclararse la garganta---) Mañana a las 10:55 a eme un avión se lleva a Puerto Vallarta a Arturo...¿ahora con quién me voy a pelear cuando juegue continental?

, y pensar que hasta después de que te vayas voy a saber e x a c t a m e n t e por qué te voy a extrañar.

***Arturo es el primero de mi generación de la secundaria que parte de tijuana para hacer su vida. Nada extraño aquí, supongo, life will be life...lo gracioso es que en vez de sentirme más grande, en otra etapa...me siento como niña de kinder viendo partir a su amiguito después de un rato de juego a la salida del colegio, con esa particular incertidumbre que se siente por todo el pecho...mañana ya no habrá ni miss, ni botes de plastilina, ni resbaladillas, ni arturo.

lunes, enero 06, 2003

Ya van varias personas que me dicen que no le entienden nada a mi blog. Al principio me puse a dar razones que en realidad eran evasiones a respuestas concretas y lógicas. Individualismo, negación del otro, diario p e r s o n a l, códigos supersecretos dirigidos a ya-sabes-quiénes. La neta: pamplinas. Si escribo cosas que luego ni yo entiendo es porque soy una mujer indecisa que prefiere decir un poco de algo y mucho de nada, porque no vaya a ser que al siguiente día-minuto-segundo-momento-año-situación mis afirmaciones/sentimientos/puntos de vista/bla bla bla cambien completamente.

En resumen: miedo al compromiso. (y dentro de quién sabe cuánto voy a decir que no es miedo al compromiso, es otra cosa completamente. BLAH)

Me arden los ojos como si hubiera traído puestos los lentes de contacto por tres días seguidos. Como si hubiera demasiada tierra en el aire. Como si hubiera llorado todo un día. Como si me los hubiera lavado con limón. Me arden los ojos como si hubiera concentrado mi mirada en un solo punto por mucho tiempo, tratando de ver cosas que no están ahí. Tú, por ejemplo, o una línea que sale de mi pie izquierdo y no sabe a dónde llegar (aún).
Tengo que buscar una buena excusa para estar sentada en el centro de cómputo de la universidad sin ser estudiante. Gulp. Mmmmmm...
Podría ennumerar momentos y metáforas, pero solo puedo decir que estaba Jack Johnson y traía una paleta de naranja en la mano; el caramelo me supo a tus palabras y a tus besos, y me dió un chingo de miedo y apreté los dientes y sonreí

domingo, enero 05, 2003

Pruebas recientes de que hay un duende en mi casa:

1) Llego la madrugada del 26 a mi casa y dejo mi bolsa en la sala. Por la mañana descubro que ya no están mis identificaciones. Creí que se me habían caído. Me hago tonta una semana y voy por fin al mp a reportar la pérdida. Ayer, antes de salir, mi hermana las encuentra en el sillón donde las busqué mil veces.

2) Durante las últimas semanas del año mi mamá se la pasó buscando una caja con doce velas blancas que había comprado. Registró de arriba a abajo el departamento más de una vez. Nada. Hoy, al abrir una gaveta que abre todos los días, las encontró.

3) El control de la tele de la sala ha desaparecido. Y al rato o en un par de días, lo encontraremos pacíficamente arranado en la mesita de centro, como si nada.
Giddiness of some sort,
like cocoons
about to sprout in my belly.

Escuchar la excitada respiración de una mujer en la cama suele ser perturbador para el que sabe escuchar: acercar el oído a su respiración te dice tanto de la vida como el lenguaje de unos ojos vivaces

-Guillermo Fadanelli
Después de tantos años de vivir en la frontera, encontrar que todavía puedo hacer una jarra de agua de limón (con gajos, con granos de azúcar), me hace sentir de nuevo en casa de mi abuelita en el d.f., debajo de la mesa...encogida, enanita, después de haberme tomado mis pastillas de chiquitolina.
Siete cero cinco pe eme. Salgo de la regadera en bata de algodón. Superpuesto a la madera rubia del closet me mira un atuendo negro, de manga larga, de escote en ve. Sin cerrar la persiana me quedo desnuda. Disfruto mi piel tibia, anhelante. Prendo el estéreo y desde siempre me llega un acordeón, sin bailar bailando alcanzo la botella de crema y me embadurno cada rincón, cada planicie. Tobillos hibernantes, ombligo escondite, caderas sin reposo, antebrazos nahuales. Cierro los ojos y me paro en el centro de mi cuarto deseando ser un aleph. Estar sin ropa, así, que suave, ojalá el mundo entero fuera nudista. Cruza mi hermana de la sala al baño y no parece estar de acuerdo con mi momento. No importa. Sigue el perfumito, vainilla rica, pastel, dona, chocolate, que rico, huele a todo y en todo mi cuerpo lo rocío, talones, rodillas, monte de venus, cuello, senos, espalda. Mi emoción amerita un par de piruetas, un trio de carcajadas, un sin fin de suspiros. Me dejo caer sobre la alfombra recién aspirada y miro el techo, mi techo de nieve, mi techo de hoja blanca, mi techo de ciclorama....es tan fácil estar borracha desde aquí. Siete treinta y ocho pe eme. Se hace tarde, y desnuda y todo me pruebo collares y aretes, nada me satisface...he llegado al punto preciso donde tendría que contar cómo me vestí, pero prefiero quedarme con la idea de que lo único que me puse fue una taza de café. Y el acordeón con el piano en las bocinas en el fondo en mis paredes en mi.
Baco me murmura palabras al oído...le digo que no sé taquigrafía y que me hable más despacio, tal vez no sea la mejor idea escribir(te) a estas copas/horas/circunstancias. Le prometo una sesión mañana a cambio de un arreglo con morfeo...una cita en el espacio donde los cuerpos no hacen falta y las sensaciones se embarran como mantequilla en el subconsciente.

sábado, enero 04, 2003

****Bocanada**** después de resistirme como tres semanas a escucharlo, como si le tuviera miedo a los olores que me iba a recordar, a los días, a los lugares....tal vez sí, porque ya me dieron ganas de ordenar mi cuarto.

Tan guapo él.

viernes, enero 03, 2003

Dice Gertrudes:

Babaca, otário, palhaço, escroto, estúpido, idiota, inútil, burro, besta quadrada, tosco, muxibento, esdrúxulo, bizonho, imbecil, corno, pederasta, filho duma puta do "obreiro" animal que tirou a maçaneta do banheiro! E agora? Não tenho nem privacidade para as necessidades básicas do dia-a-dia! Que anta!

Infinito el rango de palabras que nos puede inspirar un hombre.


Discusión con mi mamá.
En mi casa, el motto es "los padres siempre tienen la razón".
mmmmm...bueno.
Al primer inento de suavizar el asunto, se voltea la señora
"no no no, ni empieces con tu diarrea verbal"
¿Reír, enojarse, gritar, insistir?
Escabullirse mejor, tragarse la carcajada inicial y esperar (sentada) a que a La Mamá se le pase.
Todavía no deja de asombrarme su comentario.
probando...rojo...rosa...rojo...
Según yo le había puesto a mi blog un template con background rojo. Llego a otra casa y a otra computadora y entro al blog y resulta que es rosa ROSA completamente. La pregunta es, ¿lo cambio o nomás me mando a calibrar los colores?
¿quién nos habrá seguido esa noche?
Poniendo ladrillos,
y mesas en media luna
abriendo puertas,
callando miradas,
haciendo de lo invisible un espacio
mutuo.
Quien sea,
creando pronombres como imanes,
¿seguirá aqui?

Por ranuras se cuelan hebras de otra sandra, una con adjetivos que son antónimos. Ella es permeable, al fin y al cabo, y cuando se distrae - cuando deja de caminar sobre la curva - le entran (o le salen?) cosas, otras cosas, y a veces le gusta y decide quedarse así...pero siempre hay algo, desde algún lugar, desde alguien, que la empuja, la drena, la trae de regreso. A veces es el sonido de un hielo al caer en un vaso con agua.
Sin sueño decides que es hora de dormir. Tus ojos no están de acuerdo y convencen a tu cuerpo de bailar un poco en la cama. Vueltas, vueltas...sin fantasías, sin borreguitos sobre la barda, sin vasos de leche caliente, sin comezón...vueltas, vueltas. De la nada, del todo, te volteas sobre la espalda y te das por vencida. Eres un vinil, eres el brazo de la tornamesa, eres el espacio entre la aguja y el plástico, que nunca termina, que nunca termina. Eres en blanco, y te das cuenta que posiblemente, probablemente, no todo lo que pasa te pasa precisamente a tí. Y ya es de día.

jueves, enero 02, 2003

Canción de mi día:

The child is gone- Fiona Apple

Darling, give me your absence tonight
Take the shade from the canvas and leave me the white
Let me sink in the silence that echoes inside
And don't bother leaving the light on

Llegará un momento en que será difícil recordar cómo empezó todo. Buen tema de conversación. Y entre el aquí y el allá rescataremos un miércoles en el nelson en unas mesas en unas sillas con unas cervezas y una rockola. Y diremos caras y citaremos palabras y temas, cortes de cabello, bufandas y broches, patchoulis y bartos y informeichon sosaieti. No llegaremos a nada pero sentiremos bonito por dentro...suspiro...good times.

Eso, o alomejor nos iremos por otro lado.
Me voy dejando regada en servilletas, recibos, cajas de cerillos. Pienso que digo algo y cuando regreso- mareada- a armarme de nuevo no hay sentido, no me entiendo, falta una o dos o tres piezas. Me voy dejando regada en sillas y banquetas y bañeras en donde ya no me puedo recoger. Pero soy más.
Soy
agua en recipiente
y sueno
como metal
Ana D
y bla bla bla
bajarlo hasta abajo
...mano sobre la lengua...
¿así?

*TJBF*

miércoles, enero 01, 2003

Orden del día:

Letras que entran por mis ojos y ya no salen de mi cuerpo.
Cobijas y sonidos que al parecer me auguran un año bueno.
Ideas en mi cabeza que desean ser premoniciones.
y, espero, un buen rato en el Nelson para empezar con el pie derecho.
¿Por qué siempre esperamos que las cosas buenas lleguen en año nuevo?

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