miércoles, febrero 25, 2004
afirmaciones contundentes que llegan sin implicaciones presentes como a eso de las dos de la madrugada: me quedo con la intangibilidad de la mezcla que fuimos, con su olor a verano desvelado y sus litros de música y palabras que a ratos fueron mar y otras arroyo. me quedo con el poema que nunca terminé y las pruebas físicas, minúsculas, de nuestro cruce. me quedo contigo en la cabeza como recurso inadvertido para hacerme sonreir en los ratos indicados.
y las ganas que se quedaron como carta pendiente sobre la mesa, esas no me las quedo. pasó, y yo, paso. lo decía en caracteres pequeños en la parte baja del cupón, romance veraniego con fecha inminente de caducidad.
es casi marzo.
y las ganas que se quedaron como carta pendiente sobre la mesa, esas no me las quedo. pasó, y yo, paso. lo decía en caracteres pequeños en la parte baja del cupón, romance veraniego con fecha inminente de caducidad.
es casi marzo.