martes, diciembre 09, 2003
Había una vez, en la parte trasera de un carroqueviajabalento, un par de borrachos que entre lunasllenas maresoscuros y arenasmovedizas coincidieron en cantar al unísono y con aliento a cervezadelata, puros temas de una banda setentaochentanoventera que a nadie más parecía agradarle. Fue Julio, declaro, el que se encargó de unir al roto y al descosido que viajan aún entonando canciones que guardan de todos los demás, borrachos de vida en la parte delantera de un carroqueviajaconrutasegura al sur.