lunes, noviembre 24, 2003
orden del día
devorador apetito de letras compuestas que sean instrucciones vestidas de episodios que son pistolas que son a su vez lágrimas que terminan porque no hay más remedio después de poner el separador en la página veintidós.
servido a un costado de un par de guantes que son piel que huele a casa y sexo listos para enfundarse a oscuras cuando trepa el sueño por la parte baja de la espalda contando cuentos que dicen borregos del uno al tres, sin importar el rumor del tránsito que corre sin freno ni horario mientras el frio cede ante la inminente victoria de un deseo contado con la cara vuelta hacia la pared.
devorador apetito de letras compuestas que sean instrucciones vestidas de episodios que son pistolas que son a su vez lágrimas que terminan porque no hay más remedio después de poner el separador en la página veintidós.
servido a un costado de un par de guantes que son piel que huele a casa y sexo listos para enfundarse a oscuras cuando trepa el sueño por la parte baja de la espalda contando cuentos que dicen borregos del uno al tres, sin importar el rumor del tránsito que corre sin freno ni horario mientras el frio cede ante la inminente victoria de un deseo contado con la cara vuelta hacia la pared.