El tazón

bordean restos de domingo una taza irregular de barro y flores. no es necesario lavarla, la limpieza es una de las tantas fobias inventadas que solo justifican nuestra tonta necesidad de una conciencia clara. acerco mis labios al horizonte que me separa del ayer, sorbo despacio el cafe, comiendo por la nariz las memorias de un viaje que apenas ha terminado. sigo bailando entre la añoranza por llegar a otro lugar y el deseo incomprensible de despertar entre tus brazos de nuevo. sigo soñando con encontrar la formula que me permita empalmar melodias y crear un nuevo son.

es inutil, en lunes no se puede llegar a lado alguno.