lunes, septiembre 01, 2003
fugaz
La lumbre del sol y los barrotes blancos de la ventana se funden (como queso) y se sirven en el mar rojo de la pared. En vespertino espectaculo el tazon se vuelve playa, y tulipan contempla desde su bote-cama cómo se pone el sol-sombra en la pared-marea de su habitacion. Fugaz, como si alguien la persiguiera, la sombra naciente de fierro y de luz desciende en diagonal por escalera electrica, se va restando, se va enterrando. Al fin se apaga la vela, escondiendo su delgada mecha en el horizonte-barda del cuarto-tazon. Y el bote-cama de tulipan es canoa, que espera la llegada de otro tarde, la llegada de otro sol.
La lumbre del sol y los barrotes blancos de la ventana se funden (como queso) y se sirven en el mar rojo de la pared. En vespertino espectaculo el tazon se vuelve playa, y tulipan contempla desde su bote-cama cómo se pone el sol-sombra en la pared-marea de su habitacion. Fugaz, como si alguien la persiguiera, la sombra naciente de fierro y de luz desciende en diagonal por escalera electrica, se va restando, se va enterrando. Al fin se apaga la vela, escondiendo su delgada mecha en el horizonte-barda del cuarto-tazon. Y el bote-cama de tulipan es canoa, que espera la llegada de otro tarde, la llegada de otro sol.
