El tazón

Las cosas se dieron. Ayer me sentí contenta y acompañada. Para irme a la tocada pasé por mi carro a Sanborns. En la puerta de entrada me recibió un poster de un teléfono celular chiquito y de un azul delicioso que me fascina por razones de conexiones mentales. Tomé una foto. Entré al lugar y aunque yo no quería, me metí a ver libros. El primero y único que vi fue un poemario de W.H. Auden. Leí un par de poemas y lo compré. Me encanta. Otra conexión. Antes de salir me topé con un aparador con equipo electrónico. Vi una Palm. Conexiones que se hacen sonrisa. Y luego al subirme al carro, unas rolitas de Buscemi. En ese momento me sentí a gusto completamente. Fue perfecto.