domingo, marzo 09, 2003
La revancha del tango es música que muerde por dentro. Melancólica, cachonda, fronteriza. Remueve cosas que hacen bailar entre la energía y la desolación total. Así nadamás. Entre el beat más grave y el violín más filoso, ahí se queda atrapado uno. El replay es inevitable. Sobre todo los sábados por la madrugada cuando se regresa a casa con una borrachera encima y solo tres horas para dormir.