martes, febrero 18, 2003
Yvonne habla como novela de esas que me gustan. Dice netas. Tal cual. Me jala de las orejas, me regaña, dice cosas que me dan miedo, hace que me duela la pansa y que me den ganas de llorar. Y la quiero muchísimo.
Mi cerebro es un enorme tazón en donde alguien pretende hacer una sabrosa sopa de verduras pero en realidad se cocina un menjurje de no se qué mezclado con no se qué tanto....a veces sabe rico, pero otras de plano apesta.