martes, febrero 18, 2003
No me hallo. Me dejé en tijuana como zapato non clavado hasta el fondo debajo de la cama; salgo ahora con más de mil pasos encima, aromasgravalodoarenalagrimasbailesytequilas con una vaguísima idea de cómo caminar en la buena vista, río y otay. Con los días en la piel se gastará el aroma y se caerá la arena, pero los pasos quedan en la horma y en las costuras internas.Ya no se trata tanto de hallarme como de inventar una nueva forma de estar entera. No se puede cambiar de zapatos pero sí de forma de caminar.