martes, febrero 18, 2003
Marciana en la recámara,
espantada
de no encontrar el cable
al que se enchufaba
para respirar;
aterrorizada,
porque ni siquiera sabía
que se enchufaba
que había un cable
y que sabía respirar.
espantada
de no encontrar el cable
al que se enchufaba
para respirar;
aterrorizada,
porque ni siquiera sabía
que se enchufaba
que había un cable
y que sabía respirar.