miércoles, febrero 26, 2003
despertarse en una cama fria. repasar mentalmente los deberes programados para un miércoles cualquiera. decir está bien, decir ya es hora, decir - ahora en voz alta - ya voy. sentarse con los ojos cerrados, dejar ir la sábana, la cobija, la colcha. contener el aire un par de segundos, hacer una mueca y dejarse caer con todo el peso concentrado en la parte más alta de la cabeza. pum. hoy no. hoy no se puede.