domingo, diciembre 15, 2002

Y terminamos enfrente del mar.
Diciendo lo que solo en ese momento entendimos, sentimos, fuimos.
Las cosas llegan por si solas algunas veces. Como esta velada, como esta borrachera, como tú.
Como todo este mar al que le tengo miedo y al mismo tiempo está adentro de mí. Se mueve, me habla, me marea por todo lo que me hace ver. Tuvimos todo y se nos fue como un puñado de arena entre los dedos.
Fui sabia por un par de horas. Ahora mi cruda es más pérdida de la memoria que sobredosis de alcohol.
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