sábado, diciembre 14, 2002
No quepo en mi cuerpo. Estoy empezando a sufrir la resaca de la embriguez orgásmica que me provocó el concierto. Poco más de dos horas de observar/escuchar a Tori bastaron para que me enamorara perdidamente de ella. Y encima de todo, cerró con Your cloud. Lloré con un sentimiento que me subió desde los pies.