martes, diciembre 03, 2002
Los deberes que sandra dejó hasta el final la han acorralado. Le espera una larga noche, pero no puede dejar de escribir aqui, aunque sea para decir nada, aunque sea un poquito.
Mi cerebro es un enorme tazón en donde alguien pretende hacer una sabrosa sopa de verduras pero en realidad se cocina un menjurje de no se qué mezclado con no se qué tanto....a veces sabe rico, pero otras de plano apesta.