lunes, diciembre 02, 2002
Hace poco Juan Carlos Reyna escribió en el frontera que Polaris era el himno de una generación de jóvenes tijuanenses. Hoy, esperando en el drive-thru del kentucky fried chicken, lo entendí.
Mi cerebro es un enorme tazón en donde alguien pretende hacer una sabrosa sopa de verduras pero en realidad se cocina un menjurje de no se qué mezclado con no se qué tanto....a veces sabe rico, pero otras de plano apesta.