viernes, diciembre 27, 2002
El depa está tan chiquito y yo aquí me armo mi espacio infinito, en el piso, pegada al closet, entre mi ampliadora, mi tele, mis discos, mis libros y mi tornamesa de fisher price que me sirve de mouse pad. Desde aquí me cuelgo por horas del internet, conozco y desconozco, espero y me desespero, soy completita cuando estoy entre el monitor y mi cama. Todo lo lejano se acerca por cables cuando me alejo de lo que es cercano por tacto. Esta geografía tan corta ha sido mi confidente desde hace más de trece años, me sabe mis felicidades y mis desgracias, mis conversaciones reales e imaginarias, mis intentos de ser heroína y mis episodios de miroslava. Aquí siempre he sido niña aprendiendo a caminar, niña que se prueba tenis y sandalias mocasines, niña que últimamente le ha dado por ponerse tacones. Tal vez por eso es la nostalgia. Desde aquí devoro al mundo y aquí lo digiero sobre papel. Podría bastarme, quizá...esta alfombra gastada, una buena libreta y una conexión telefónica. ¿Aquí?
