lunes, noviembre 11, 2002
ya me acordé de una:
Soy muy preguntona. Por lo general en una conversación hago entre treinta o cuarenta preguntas, abundan sobre todo los por qués y los cómos. No sé por qué será (me lo pregunto a mi misma todo el tiempo) pero me siento chiquita y me da mucha risa. Hace poco le hice muchas preguntas a un muchacho con el que estaba platicando y, para variar, le eché otra encima: ¿qué preguntona soy, no? Hasta ahoria, su respuesta es la más chingona que me han dado: no importa, a mi me gusta mucho contestar.
Nota: Esto, claro, sonaba mucho mejor en el momento en que se me ocurrió, ayer...creo. pero bueno, el chiste era sacarlo para que me quepa uno nuevo en mi cabeza.
Soy muy preguntona. Por lo general en una conversación hago entre treinta o cuarenta preguntas, abundan sobre todo los por qués y los cómos. No sé por qué será (me lo pregunto a mi misma todo el tiempo) pero me siento chiquita y me da mucha risa. Hace poco le hice muchas preguntas a un muchacho con el que estaba platicando y, para variar, le eché otra encima: ¿qué preguntona soy, no? Hasta ahoria, su respuesta es la más chingona que me han dado: no importa, a mi me gusta mucho contestar.
Nota: Esto, claro, sonaba mucho mejor en el momento en que se me ocurrió, ayer...creo. pero bueno, el chiste era sacarlo para que me quepa uno nuevo en mi cabeza.