jueves, noviembre 07, 2002
Y casi al quedarnos dormidos, mi pie izquierdo glopea tu pantorrilla para que me dejes entrelazarme contigo. Siento como cuando abrazo a mi perro de peluche y, como por default, se que todo va a estar bien.
Mi cerebro es un enorme tazón en donde alguien pretende hacer una sabrosa sopa de verduras pero en realidad se cocina un menjurje de no se qué mezclado con no se qué tanto....a veces sabe rico, pero otras de plano apesta.