sábado, noviembre 30, 2002
Me llevo una cajita donde guardo aromas para mitigar la adicción, aunque engañarme no va a ser tan fácil.
Mi cerebro es un enorme tazón en donde alguien pretende hacer una sabrosa sopa de verduras pero en realidad se cocina un menjurje de no se qué mezclado con no se qué tanto....a veces sabe rico, pero otras de plano apesta.