viernes, noviembre 08, 2002
El christo definitivamente no era de este mundo. De seguro ahorita está en un lugar bien chingón. Yo creo que por eso lloramos... de puritita envidia.
Mi cerebro es un enorme tazón en donde alguien pretende hacer una sabrosa sopa de verduras pero en realidad se cocina un menjurje de no se qué mezclado con no se qué tanto....a veces sabe rico, pero otras de plano apesta.